A principios de marzo de1602, los zagales de Egillor y los de Beasoain se tiraban piedras unos a otros. Después de días vigilando Zeia, el aburrimiento les había llevado al jueguecito.
Años atrás cuatro casas de Egillor (Artazkoz, Mariakoa, Tejedor y Sastre) y tres de Beasoain (Arregia, Iltzarbe y Martierena) habían conseguido comprar el término de Zeia al monasterio de Leyre. Un gran logro, ya que los dos pueblos llevaban siglos intentado hacerse con el término para aliviar sus apuros.
¡Y ahora a los herederos de casa Artazkoz no se les había ocurrido otra cosa que vender al Monasterio de Irache sus derechos en Zeia por sesenta ducados!. Y sin contar con sus socios! Las otras casas trinaban por todo lo alto y esperaban garrote en alto a los frailes. De Leyre a Irache! de las brasas al fuego! La venta había sido concertada en Enero en Yarte y los frailes no iban a tardar en aparecer.
Para cuando el fraile (Juan de Uhalde) apareció el cuatro de marzo por el camino de Asiain, los chavales ya habían bajado como locos a los pueblos y nueve hombres habían subido y esperaban al fraile y acompañantes en el mojón de Zeia.
La batahola que se armó! el fraile que quería tomar posesión "in nomine" y los aldeanos que jaungoikoa paquí, lapurra pallá. Se le advirtió de que, ¡ojo!, como trajera cualquier ganado, sería carnereado. Los chavales, detrás de un ipuru, oían todo aquello ensimismados. Y se les hacía la boca agua pensando en una oveja de los frailes asada en su grasa... mmmmm......
Despedido de mala manera el fraile y su séquito, los pueblos no la tenían todas consigo. Y llevaban razón.. doctores tiene la iglesia. El Monasterio consiguió hacer efectiva la compra en junio de aquel mismo año.
Nos dejaron a todos cuatrocientos años más tarde sin saber como se habrían apañado las cosas entre frailes y vecinos. Seguro que fue una relación calentita. Igual encontramos algo.
Nos dejaron a todos cuatrocientos años más tarde sin saber como se habrían apañado las cosas entre frailes y vecinos. Seguro que fue una relación calentita. Igual encontramos algo.
Por cierto, en estos papeles de hace 500 años, salen ya apellidos como Satrústegi y Ollo. Aunque viviendo en Egillor (jeje)
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